Amigos de antaño

Foto Virginie

A dónde se van los amigos cuando se van ? Que ruta, rumbo, dirección toman para cruzar el puente que los separa de tu vida. Dónde han huído esos seres con los que se discute de viajes, de ropa, de comida, de política o de cultura. Esos individuos que aparecen en tu vida para evitar el aislamiento, para evitar el aburrimiento, para evitar el silecio. Esas personas – boomeran de alegrías y transtornos - que nos alejan de nosotros mismos. Dónde ?

Los amigos de antaño han dejado de ser los amigos de hoy, perdidos en las junglas circulares de ellos mismos, muchos ya no se dibujan ni se pintan en tu rutina. Han huído, han construído muros y cerrado fronteras y nosotros hemos quedado atrapados en un mundo de adultos –donde Peter Pan desaparece cada día al alba - divididos entre consumismo y competitividad.

Los viejos amigos ya no llaman, ya no escriben, ya no vienen a casa; y es que quizás, ellos también estan ocupados organizando sus vidas, desenredando marañas, tanteando el camino como ciegos en búsqueda de una salida.

Hoy he tirado una soga hacia ti amigo de antaño, he hecho un paréntesis buscándote; quizás en un tiempo, tú puedas hacer una pausa, para encontrarme. Dame, uno de estos días, noticias mías.

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Foto Flashcube

Alberto, simpático, locuaz, gran orador, capacidad de liderazgo demostrada, creativo, buen guionista y narrador de historias espectáculares inspiradas en hollywood, persuasivo, mentiroso, hipócrita, buen actor, tramposo, cicatero, inmoral, villano, vicioso; político de profesión, ha cumplido 71 años y con dos infartos en su haber, busca abogado con vocacion de servicio, inteligente, con alta capacidad de negociación en la reducción de pena (o con algún contacto corrupto en el cielo) y que posea las mismas cualidades que él –indispensable  buen comendiante, persuasivo y locuaz - para que lo defienda en el juicio final ante Diosito, porque del tercer infarto no se salva. Trabajo inmediato.

12 de enero - un día como ayer

Foto Instantfiges


Sumo. Quizás no debería, pero me es inevitable no englobar con una adición cierto período compartido de mi vida, por eso sumo. Sumo instantes de fiebre y de dulzura, sumo sonrisas llenas de dramática felicidad, sumo horas encandescentes, minutos de espera, también sumo soluciones y problemas.

Un día como ayer él cogio la llave de los secretos de mi alma, un día como ayer prometí seguirlo hasta el fin del mundo.Un día como ayer escribimos los primeros compases musicales de nuestra historia, de esa historia que hoy bailamos juntos.

Y estamos aquí, en este mundo, en este siglo, en este espacio y cada noche, antes de cerrar los ojos, lo mas hermoso de esta tierra se me acerca, se me aproxima, se me arrima en la cama siempre a la derecha.

Exiguos momentos de lectura

Foto Nicolas B

A dónde ha ido el tiempo en el que sin prisas, erraba, me perdia, deambulaba de libro en libro, de género en género, de autor en autor; descubriendo mundos paralelos, universos ajenos, trozos verídicos o imaginarios de vida?


Ya no hay tiempo para ojear libros ni para manosearlos. Dónde están las páginas que curan y sanan, que me descifran, que me leen, que se mueven en mi teniendo el libro aún cerrado ? Poco a poco los libros estan cayendo en el olvido y siguen sellados, desdeñados, abandonados acumulando el polvo de la ciencia y la cultura. Alguno se ofrece en sacrificio a favor de las nuevas tecnologías, con lecturas fáciles y económicas.

Se me ha escapado el tiempo para leer. Ya no hay tiempo para el recreo. La opresión moderna me coacciona a respetar una jornada laboral, y me enfrasca en horarios y rutinas; lo que me lleva a deducir, inferir, concluir que finalmente habría que trabajar menos – robarle al patrón algunas horas- para poder leer más.