Foto Pete Chennel |
Me pregunto si podre verte hoy. Estos días sin tu presencia han sido largos y tristes. Ayer, víctima del insomnio he temido que esta ausencia prolongada, mute en una ausencia sin retorno. Imagino que cansada de la rutina y los horarios, has decidido escapar a otros parajes que no conocemos.
Apático, mustio, desganado, atrapado en esta fortaleza de soledad; así me siento. Tengo la mente turbia, los sentidos afilados y la imaginación gris.
Hace frió, y sin embargo, te espero afuera. Busco entre los transeúntes, tu cara, tu silueta, algo que me diga que estas de vuelta. Mis ojos no me engañan, tu figura se avecina; el corazón se me acelera y corro. Me precipito escaleras arriba para esperar tu llegada. Apago la luz.
Abres la puerta, tiras las llaves y la maleta. Te observo, como te observo cada noche desde mi quinto piso. Esta noche no lo olvides: deja la persiana abierta.
2 comentarios:
jaj muy bonito, cari... muy romántico y personal, ¡ay, la soledad de la habitación vacía...! Pero mira, si regresa cada noche, perdónale que deje la persina abierta o cerrada, ajaj
Bezos.
Me ha encantado..
lo recuerdo...
me ha pasado..
es genial..
Besos
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