Cumpleaños de disgregación social

Foto Cetrobo

Restas cálidos abrazos, sonrisas proporcionadas, camaradas de antaño. Divides llamadas telefónicas, obsequios especiales, tarjetas hechas a mano, primos y tíos embriagados. Multiplicas e-mails sobrios, serios, formales, de tibia alegría. Sumas velas sobre la tarta, sumas un año más a la vida, sustraes un año más a la muerte.

Restas, divides, multiplicas, sumas. El resultado es inequívoco. Todo es disminución, todo es descuento, todo es rebaja de personas cercanas en tu vida. Atrás quedaron las celebraciones familiares, los juguetes, los globos, la piñata, la matraca, la serpentina, la gente apretada en casa. Atrás quedaron la visita a los 7 bares, las noches de baile y alcohol con los compañeros incondicionales, el amanecer cantando en la playa. Atrás quedaron los hagasajos, la juerga, la fiesta.

Ahora los amigos son fugaces, pasajeros, casi efímeros; ocupados en remendar sus propias vidas, en cumplir deberes, responsabilidades, obligaciones mayores. Ya no es época de fusión, de asociación, de simbiosis social.

Intentas escapar de este deterioro, de este envejecimiento en camara lenta, un año más y a la vez, un año menos. Un año tan nuevo como inédito, un año de estreno, reluciente y recién planchado. Una nueva cifra que te acompañara los siguientes 365 días en el calendario.

Es tiempo de mirarte en el espejo, de reconocerte, de hallarte, de encontrarte. Ya no es momento de reclamarte como eras, de intentar borrar esas grietas. Después de todo,  tu reflejo anuncia que sigues siendo jóven….......hasta que la parca, venga a buscarte.

Ps. Es día de soplar las velas y pedir un deseo. Brinden por mi, pero no se acaben la botella!! 

Bifurcación de senderos

Foto Kirikou

Antes, surcabamos los límites y acortabamos las fronteras. Los océanos se convertían en pequeños riachuelos que atravesabamos de un paso. Nos refugiabamos en nuestra patria, con billete de ida y vuelta.

Tus olas atlánticas golpeaban las costas de mi pacífico. Sin importar la historia, la gramática o la economía, a partir del choque de nuestros cuerpos, reinventabamos la geografía.

Partimos de un punto. Desarrollamos puntos suspensivos. Nuestras vías se intersectaban, se cruzaban, se unían en el universo, trazando la silueta de nuestros deseos. Tu fuiste vertical, yo horizontal. Formamos cuadrados, triángulos y rectángulos, siempre buscándonos, siempre hallándonos en caminos subyacentes, rutas perpendiculares, en trayectos diagonales. 

Antes…en un tiempo pasado, remoto, en otra vida, nos quisimos. Hoy, somos tan solo dos líneas paralelas marcadas, destinadas, condenadas; a no volver nunca más… a encontrarse.

Palabras y miradas

Foto Xanadu

¿Qué queda de un manojo de palabras? Poca cosa. Una sonrisa dibujada en el rostro y un poco de felicidad enganchada en los cabellos.

¿Qué queda de un intercambio de miradas? Poca cosa. Una sensación de embriaguez creciente y un alma rescatada de los bolsillos.

Palabras, miradas... lo necesario para entrelazar, mi universo con el tuyo.

"Una palabra no dice nada
y al mismo tiempo lo esconde todo
igual que el viento esconde el agua
como las flores que esconden lodo


Una mirada no dice nada
y al mismo tiempo lo dice todo
como la lluvia sobre tu cara
o el viejo mapa de algun tesoro


Una verdad no dice nada
y al mismo tiempo lo esconde todo
como una hoguera que no se apaga
como una piedra que nace polvo


Si un dia me faltas no sere nada
y al mismo tiempo lo sere todo
porque en tus ojos estan mis alas
y esta la orilla donde me ahogo".


-Carlos Valera-

Incomprensiones

Foto Rolland

Si algo es seguro, certero, indiscutible es que no nos entendemos. La estructura gramatical con sus verbos, sustantivos y adjetivos no nos ayuda a comprendernos. Déjemos de lado la sintáxis y los acentos; vamos a darle por hoy, prioridad a los sentimientos.

Guarda tus palabras usadas, desgastadas, descoloridas; palabras cansadas. No quiebres el instante sagrado. No conviertas la frase en contraria, antagónica, antónima. Ella contruye un muro en pleno camino, cierra fronteras, nos manda a la dirección equivocada. No me saques de tu jardín como hierba recién podada. No alces las manos ni te rindas, hoy no he traido el arma cargada.

La noche esta llena de reproches en silencio, de apatía, de aburrimiento. Entonces nace el gesto inequívoco, incuestionable; ese que espanta la hora del desastre y nos devuelve la paz renuente, la conciliación reticente.

Esta incomprensión y sus incongruencias, nacen de las diferentes formas de expresión, del lenguaje, del idioma. La historia será otra, el día en que tu entiendas mi español o el día que yo, capte tu francés. Quizás, así logremos en el futuro, por fin, comprendernos.

La mujer de la modernidad

Foto Ana Dias

El conteo regresivo ha comenzado. Hoy se encuentra en boca de la mayoría, salvo en la mía. Yo sigo atrapada en las fronteras de las nuevas tiranías. Calculo, planeo, evalúo; mientras sigo sumandole horas a los días.

Es momento de seguir la ola, de tomar impulso; 55 horas de trabajo en una semana en pleno verano, resulta un verdadero abuso.

La palabra vacaciones ya no es más un murmullo. Con el exponente multiplicador, se extiende, se propaga, se expande. Es la plaga, la epidemia del momento, de la cual tristemente, por mas que he insistido, no he logrado contagiarme. No deseo que me inmunizen, lo que más anhelo es contaminarme.

Esto no es más que el fruto, el resultado, la consecuencia, de estar a la vanguardia, de ser una mujer moderna ; de haberme rebelado a ser mujer florero, mujer maceta. Déjenme al menos una semana no ser más de actualidad y convertirme en la simple y amorosa mujer, del hombre de neanderthal.